Santuario a la Naturaleza

La primera vez que me encontré con Juan Pablo y Ana no entendía por qué querían hacer una casa de descanso en un terreno con una topografía tan accidentada, de difícil acceso y con condiciones climáticas bastante fuertes. Bastaron poco más de veinte minutos para entender el propósito por el que ellos tenían este sueño.

El Uchuvo es la respuesta a una problemática que todos los que vivimos en la ciudad padecemos, Juan Pablo y Ana buscaban desconexión, descanso, paz, y por encima de todas las cosas, volver de su terreno un santuario a la naturaleza; en otras palabras, no querían que les entregara una pequeña casa con jardines, querían un enorme jardín con una pequeña casa en la mitad. Tal como la naturaleza, el terreno es cambiante, curioso e inquieto. Perfecto para la aspiración que ellos tenían.